22 jun 2009

Semana Dos: Palabras: El espejo del corazón

En mi corazón he atesorado tu palabra,

         para no pecar contra ti.

Salmo 119:11

 

Escribe aquí formas en que este verso puede ser aplicado en tu vida esta semana:

 

Espero que estés siendo retada por nuestro breve estudio en la lengua, y que Dios te de una mayor motivación de hablar palabras de animo y de vida.

 

Quizás tu, al igual que yo, quieres cambiar algo en tu hablar. La clave para una lengua transformada es un corazón transformado. Una persona justa y piadosa ama lo que Dios ama y odia lo que Dios odia.

 

Jesús lo dijo así: “El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo que es bueno;… porque de la abundancia del corazón habla su boca.” (Lucas 6:45). Esta semana aprenderemos cómo nuestro hablar refleja nuestro verdadero corazón.

 

Si soy necia, mis palabras serán de necedad. Si soy malvada, mis palabras serán de maldad. Pero si soy piadosa y mi corazón está en sintonía con Jesucristo, hablaré con sabiduría palabras llenas de gracia, misericordia y verdad. 

2 comentarios:

Patricia de Felip dijo...

Hace unos dias atras en una reunion, la esposa de nuestro pastor dijo una gran verdad, "andamos con lupas para la vida de los demás y lo que necesitamos es un ESPEJO".

¡Qué gran lección!

Si Dios nos concediera que cada palabra que yo vaya a pronunciar sobre lo que el otro hizo, esta haciendo o va a hacer, en vez de hacerla mirando la vida de ese otro con esa LUPA yo me pusiera frente al ESPEJO antes de hablar, ¿Cual sería mi comentario?

Y cuando digo frente a un espejo lo digo porque lo que tanto le reprocho a ese otro usualmente lo detecto tan bien porque mi corazón tiene la misma raiz de pecado de ese otro, solo que quizas yo la evidencio con otro tipo de frutos...

Madres que se quejan de hijos rebeldes o necios... ¿no ven esa misma necedad en su relación con Dios muchas veces? Dios dandote con claridad lo que demanda de ti y tu rehusandote a obedecer Su Palabra, dudando de todos los mandatos suyos, contendiendo con El con un corazón de doble ánimo!

Esposas que batallan con relaciones de insatisfacción con sus esposos, ¿no te ves que con Dios eres tacaña a la hora de deleitarte en Dios y sólo en El como Él mismo ha establecido que sea?

Quizás tu queja es sobre tu centro de trabajo... examina tu entorno y los detonantes de esas palabras que sabes que no agradan a Dios.

Es tiempo de revision, confesión y arrepentimiento!

Bendiciones

Bajo Sus Alas, Isabel Andrickson dijo...

gracias, Patricia por bendecir nuestras vidas con estos devocionales, Dios te continúe usando. Y que de verdad nos ayude a escudriñar nuestros corazones para ver las motivaciones de las palabras que salen de nuestra boca. En Cristo,

Isabel