“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo digno, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo honorable, si hay alguna virtud o algo que merece elogio, en esto meditad.”
(Filipenses 4:8)
En su maravilloso libro The Seeking Heart[1], Fenelon nos da este sabio consejo: “Lo que realmente necesitas hacer es sentarte en quietud ante Dios y pronto tu mente activa y argumentadora se calmará. Dios puede enseñarte a ver las situaciones con una perspectiva simple y clara.”
Cuando mi mente se vuelve “activa y argumentativa” (que de hecho, ¡sucedió durante esta última hora!) no me siento muy inclinada a estar en calma y quietud a los pies del Señor. Sin embargo, eso es exactamente lo que necesitamos.
Filipenses 4:8 nos dice que pensemos en las cosas que tienen virtud o que merecen elogio. No es un secreto que nuestros pensamientos se evidencian en nuestras acciones… y en nuestras palabras. Lo que pensamos en última instancia será lo que marque lo que decimos o lo que hagamos. Así que si queremos hablar palabras que son verdaderas, dignas, justas, amables, etc… necesitamos llenar nuestra mente con ese tipo de pensamientos!
Nuestros pensamientos-y nuestras palabras- serán transformados en la medida que pasamos tiempo sentadas (o arrodilladas) en la presencia del Señor, dejando que El nos enseñe y nos muestre Su perspectiva de las cosas, en la medida que meditamos en Su Palabra.
- Sé honesto. ¿Generalmente tus pensamientos se ajustan al estándar de Filipenses 4:8? Explica. ¿Cómo puedes conformar tus pensamientos a este patrón?
- ¿Qué ajustes tienes que hacer a la luz del consejo de Fenelon de estar en quietud delante de Dios para calmar una “mente activa y argumentativa”?
- Antes de irte a la cama esta noche, escribe lo que pensaste hoy que fuera:
verdadero:
honesto:
justo:
puro:
amable:
merecedor de elogio:
- ¿Cómo quedaría afectada la forma en que hablas a otros si disciplinas tu mente cada día de conformidad con Filipenses 4:8?
No hay comentarios:
Publicar un comentario