24 jun 2009

Día Dos: El mediodia perfecto


“Porque yo, el SEÑOR, no cambio.”

(Malaquías 3:6a)

 

Vivimos en un mundo que constantemente cambia. Tecnología innovadora, estilos a la moda, noticias de último minuto-a veces parece que nada se mantiene igual.

Sin embargo, las Escrituras nos dicen que el Señor nunca cambia! El es el “mismo ayer, hoy y siempre” (Hebreos 13:8). El Señor no es como las arenas que van de aquí allá. El es mediodía perfecto. No hay sombra de verdad con nuestro Señor. El no anda con desvaríos, dependiendo de la audiencia. El es siempre verdad.

No puedo decir que mis palabras siempre han sido verdad. De joven, en mis veintitantos, queriendo impresionar a otros, a veces exageraba la verdad. Dios me mostró cómo mi orgullo había sembrado en una raíz de decepción en mi corazón. Por Su gracia, Dios me extendió el arrepentimiento. Después de un tiempo, Dios quitó esas raíces de engaño y las reemplazó por raíces de verdad.

Las victorias espirituales se ganan cuando hablamos la verdad. En la vida real, parece ser que las personas que engañan son las que ganan. Pero Proverbios nos dice que a la larga, los efectos de las palabras de verdad serán duraderos pero aquellos que engañan no durarán.

 

- “El justo aborrece la falsedad” (Proverbios 13:5). Explica como tu propia vida demuestra tu aborrecimiento o tolerancia a la falsedad.


- Segunda de Corintios 8:21 dice “pues nos preocupamos por lo que es honrado, no sólo ante los ojos del Señor, sino también ante los ojos de los hombres.” Comparte de algún momento en que dejaste una falsa impresión a propósito, aunque tus palabras fueron verdad. 


- La exageración resalta detalles o engrandece las cosas para hacerlas mas interesantes. ¿A veces exageras tus logros? Si es así, ¿Por qué lo haces?


- “Los labios mentirosos son abominación al SEÑOR, pero los que obran fielmente son su deleite.” (Proverbios 12:22ª). Comparte un ejemplo en que tu (o alguien a quien conoces) dijo la verdad- aunque fue dolorosa.


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