“El hombre se alegra con la respuesta adecuada,
y una palabra a tiempo, ¡cuán agradable es!”
(Proverbios 15:23)
Si eres como yo, te gustará dar y que te den regalos. ¿Has pensado que cada día Dios puede trabajar a través de ti para que obsequies a tu familia, pareja, hijos, colega, vecino o amigo regalos invaluables?
Hemos visto que las palabras son un reflejo de nuestro corazón. Palabras sabias y bondadosas brotan de un corazón sabio y bondadoso. Cuando llenamos nuestro corazón de la Palabra de Dios, lo que fluye de nuestro corazón hacia los otros, lo reflejará a El. Se nos dice en Proverbios 30:5 “Probada es toda palabra de Dios”, es pura!
Cuando nuestras palabras están probadas por la Palabra de Dios, serán regalos muy preciados para aquellos a quienes amamos.
- ¿Qué dirían tus familiares, amigos y colegas acerca de las palabras que salen de tu boca? ¿Generalmente ellas alientan o desalientan? ¿Reflejan esperanza en Dios? Explica tu respuesta
- “Como manzanas de oro en engastes de plata es la palabra dicha a su tiempo.” (Proverbios 25:11) ¿Quién necesita en tu vida estas palabras? ¿Cómo puedes decírselas? (carta, llamada telefónica, una nota con flores)
- ¿Cómo pueden las palabras de aliento ser regalos que cambien vidas?
- ¿A quién puedes alentar hoy con tus palabras? ¿Cómo lo harás?
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